domingo, 4 de julio de 2010
PRIMER PREMIO CUENTO
SIN RESPUESTAS
¿Vos te acordás?...de aquella noche, en esta misma sala ¿te acordás?
Sí, claro que te acordás. Cuando Enrique le hablaba a tu hermana Ángela y nosotros oímos todo desde la otra habitación, porque él por momentos, también gritaba.
Lo imaginamos nervioso, sentado en su sillón, el del rincón, al lado de la mesita redonda, y como siempre, Gian , con su pelaje blanco entibiándole los pies.
Le decía, le explicaba, le repetía, le preguntaba, y como ella no le respondía,
él levantó más y más la voz, hasta que se enfureció.
Claro, cómo iba a contestarle Angelita, si ella era sólo una fotografía.
Y cómo Enrique no iba a desesperarse, si aún no había asumido su repentina muerte.
¿Te acordás Elisa, que entramos y lo obligamos a tomar un tranquilizante?
Qué momento más desagradable, hasta Gian corrió con un maullido ahogado a refugiarse debajo del otro sillón.
Ahora, claro, estando en este lugar, aunque hayan pasado casi cinco años, no puedo dejar de recordar aquello.
La misma lámpara en este mismo rincón, el mismo ruido de los árboles aba-nicándose contra la ventana, en una noche demasiado oscura…¿te acordás o no?
Aunque todo sea muy triste para vos, contestame, decime algo, parezco loco hablando y hablando sin que me respondas. Solamente este viejo gato parece escucharme, hasta me mira con ojos asustados…será por mis gritos.
Un ruido seco y el maullido de Gian, fueron el eco del portarretrato de Elisa
estrellado contra el piso.
ALICIA BORGOGNO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario