ADIÓS O HASTA LUEGO...!

Haber sido vicepresidenta del Centro Cultural “Cristina De Fercey” fue un orgullo. Este Centro viajó por el mundo llamando a concursos literarios que, convocando a hablar de diversos temas, prendían el interés de escritores de todos los países y así el Centro seducía y se alimentaba.
Se llama “Cristina De Fercey”, pero su espíritu inquieto navegó asido al timón de la entusiasta y emprendedora Patricia Heredia. Yo me dejé llevar por esas aguas que surcaba confiada y feliz, porque todo partía y se realizaba en base a la concepción imaginativa y certera de Patricia.
No estoy segura de que concluya con su cometido, pero si así es, cumplió con la hermosa y plausible tarea de propagar cultura y amistad con cuidadosa integridad, cosechando lauros nada más.
Ojalá que esta meritoria entidad siga con su actividad, porque lo bueno debe seguir para el bien de todos.
Con inmenso cariño
Irma Trotta de Basciano

sábado, 10 de julio de 2010

ADMINISTRADORA DE LOS GRUPOS DE LA RED


Hice de la lectura mi mejor compañera porque hurgando entre sus letras pude encontrar la respuesta correcta, el sutil vuelo de la imaginación y la mente analítica.
Mi padre era un fiel lector, toda la información que llegaba a sus manos a través de los libros, periódicos o revistas, enriquecían sus largas charlas durante las comidas, allí reunidos en esa especie de adoración a la buena sazón de mi madre lo escuchábamos en silencio interrumpiendo sus relatos, de cuando en cuando, con preguntas o algún comentario risueño. Aprendí de mi padre el gusto por la lectura, actividad que al pasar el tiempo se volvió imprescindible en mi forma de vida. Cuantos autores desfilaron por mis manos en libros humildes o lujosos pero igual de valiosos; me dí cuenta con el tiempo que los conocimientos eran las mejores herramientas para ir elaborando una vida sencilla pero gratificante, además pude constatar que el mundo de los sentimientos no era un contraste entre el blanco y negro sino todo un arcoiris de colores que en algunos casos hacían a las personas seres solidarios y críticos consigo mismo.
La palabra debe estar estrechamente ligada a la buena lectura y la buena lectura para mí es aquella que consigue poner en mis pensamientos muchas más preguntas que respuestas, es aquella que me obliga a buscar una respuesta lo más próxima a la verdad y también la que me permite corregir una injusticia.
Hoy en día la tecnología nos mantiene informados de todo lo que ocurre a miles y miles de kilómetros de distancia del lugar donde nos encontramos y al abrir esa ventana para repasar la información en los periódicos virtuales, siento como el desconcierto y la indignación se apoderan de mis sentidos ante la violencia desatada por la especie humana y el grito de horror que llega de la naturaleza convertido en terremotos, inundaciones o explosiones volcánicas.
No podemos pasar indiferentes ante el dolor de gente inocente, nuestro deber es erradicar el egoísmo y la ambición que nos hace retornar a nuestro estado primitivo de seres irracionales adonde parecen dirigirnos las incomprensibles "tradiciones y culturas" de personas que aferrándose a religiones y leyes cometen los peores crímenes contra la humanidad y nuestro planeta.
Digamos NO a la violencia contra la mujer y el niño, NO al abuso contra los ancianos, NO a los gobernantes corruptos, NO a la trata de blancas, NO a la pornografía infantil, NO a la esclavitud, NO a la compra de conciencias, NO al tráfico de armas, NO a la depredación de las riquezas naturales de los países, NO a la resignación de seguir siendo los eternos olvidados, y allí en nuestro pequeño mundo empecemos la gran transformación que nos lleve desde la sombra de la ignorancia hacia la luz de la sabiduría a través del conocimiento y dejemos que esa luz se expanda a todos los seres de nuestro entorno, que ellos a su vez harán lo propio hasta que algún día, que esperamos no muy lejano, el mundo sea ese sueño de paz, igualdad, respeto y justicia que necesitamos para decir que en realidad el mundo está evolucionando y el ser humano es un "animal racional".
La cultura y tradición de un pueblo, debería ser aquello que no degrade la integridad de las personas, sino las valore y dignifique permitiéndoles sentirse orgullosos de sus orígenes.
Que sean los libros y su buena lectura los más fieles amigos en todas las etapas de nuestra vida y seamos agradecidos a quienes con su talento y humanidad ponen en nuestras manos esta riqueza: los autores.

CARMEN MORISAKI JAPÓN

Administradora de los grupos ¿CHARLAMOS UN POQUITO? Y CENTRO CULTURAL CRISTINA DE FERCEY (INTERNET)

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